Estar en la llamada tercera edad, no significa necesariamente tener problemas de salud, pero si es característico el tener varias enfermedades crónicas a cuestas.  Dolores, depresión, dificultad de desplazamiento, medicación abultada, enfermedades que avanzan, procesos mentales lentos y erráticos, postramiento, aislación, abandono, tristeza, desesperanza,…. Pueden hacen duro y miserable el camino natural a la transición, en un cuerpo débil y una mente sensiblemente delicada.

A medida que la modernidad y el avance científico médico lo ha permitido, el ser humano vive en promedio más años, pero hay que tener en cuenta que hay fechas límites  biológicas y una calidad de vida que mantener en los años adicionales de ancianidad que se vive.  Por tanto se puede vivir también más años de sufrimiento físico-mental que en el pasado y eso es un tema contradictorio a resolver.

Es fácil entender que a medida que avanza la edad, los procesos energéticos vitales  van disminuyendo  naturalmente hasta el colapso. Aquí es donde la medicina energética, alternativa y complementaria, tiene mucho por entregar con sus procedimientos, para sobrellevar la vejez con respeto, mejor calidad de vida y dignidad.

• Control del dolor físico y emocional.
• Control de enfermedades crónicas.
• Menor medicación química.
• Entrega bienestar físico y emocional.
• Aumenta Calidad de vida.
• Apoyo en los ciclos de transición.

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